... Me estaba acordando de una persona. Y no quería hacerlo porque sé Juegos PC
me hace daño. Pero es tan inevitable... Fui yo quien decidió que no íbamos a vernos más. Fui yo la que tuve la frialdad (entonces era una adolescente que no medía bien mis palabras) de decirle que me había enamorado de otra persona. Si esto me hubiese ocurrido ahora, también lo habría dicho (lo prefiero antes que la mentira y la infidelidad) pero lo habría dicho de otra manera. Con más cuidado. Con más cariño.
Sucedió hace 4 años y no tardé apenas tiempo en olvidarle. Claro, que lo tenía más fácil porque yo había encontrado el amor, y lo que sentía por él, pensaba en ese momento, nunca fue amor. Él me odió, lo sé porque me lo dijo. Quizás tuviera razón. Supe que no podríamos ser amigos... ¿cómo íbamos a serlo? Yo le había destrozado. Qué tristes eran sus cartas... cartas que tiré a la basura y tuve la sangre fría de contárselo. "Que sepas que has tirado un pequeño trocito de mi corazón", me contestó. Me sentí mal.
Pasó el tiempo y de repente, cuando no pensaba él, me mandó un mensaje. Quería que volvíesemos a hablar. Me sorprendió pero accedí encantada y descubrí a un nuevo chico, muy distinto del anterior. Quise acercarme a él, confiarle mis secretos. Me sentí cerca de él, pero nunca confundí mis sentimientos. De algún modo, me enorgullecía ser su amiga y me encanta que se acordara de mí, que me llamara, que me dijera que me echaba de menos cuando pasaban días sin que hablásemos. Incluso dormí en su cama una noche (para los malpensados... él durmió en el sofá!) porque habíamos salido de fiesta y era muy tarde, preferí volver a mi casa al día siguiente. En fin, que éramos.
http://www.gamepcrip.com
... No sé cómo ocurrió, pero nos fuimos distanciando. No, fue él quien se distanció. Yo lo veía, veía ese alejamiento pero no podía impedirlo. Cada vez estábamos más lejos. Cada vez yo le importaba menos. Eso parecía. Estuvimos así durante meses... pero ya se sabe lo que ocurre cuando es sólo uno de los dos quien intenta mantener a flote una amistad que ha naugrafado. Un día de marzo me cansé, le dije todo lo que pensaba. Lo mal que lo pasaba por el poco caso que me hacía. Lo mucho que me dolía ver que lo habíamos logrado volver a conseguir, después (mucho después) de nuestra breve historia de amor, se estaba perdiendo. "Tengo que ir a la cocina", contestó. Cómo le odié en ese momento!!!
me hace daño. Pero es tan inevitable... Fui yo quien decidió que no íbamos a vernos más. Fui yo la que tuve la frialdad (entonces era una adolescente que no medía bien mis palabras) de decirle que me había enamorado de otra persona. Si esto me hubiese ocurrido ahora, también lo habría dicho (lo prefiero antes que la mentira y la infidelidad) pero lo habría dicho de otra manera. Con más cuidado. Con más cariño.
Sucedió hace 4 años y no tardé apenas tiempo en olvidarle. Claro, que lo tenía más fácil porque yo había encontrado el amor, y lo que sentía por él, pensaba en ese momento, nunca fue amor. Él me odió, lo sé porque me lo dijo. Quizás tuviera razón. Supe que no podríamos ser amigos... ¿cómo íbamos a serlo? Yo le había destrozado. Qué tristes eran sus cartas... cartas que tiré a la basura y tuve la sangre fría de contárselo. "Que sepas que has tirado un pequeño trocito de mi corazón", me contestó. Me sentí mal.
Pasó el tiempo y de repente, cuando no pensaba él, me mandó un mensaje. Quería que volvíesemos a hablar. Me sorprendió pero accedí encantada y descubrí a un nuevo chico, muy distinto del anterior. Quise acercarme a él, confiarle mis secretos. Me sentí cerca de él, pero nunca confundí mis sentimientos. De algún modo, me enorgullecía ser su amiga y me encanta que se acordara de mí, que me llamara, que me dijera que me echaba de menos cuando pasaban días sin que hablásemos. Incluso dormí en su cama una noche (para los malpensados... él durmió en el sofá!) porque habíamos salido de fiesta y era muy tarde, preferí volver a mi casa al día siguiente. En fin, que éramos.
http://www.gamepcrip.com
... No sé cómo ocurrió, pero nos fuimos distanciando. No, fue él quien se distanció. Yo lo veía, veía ese alejamiento pero no podía impedirlo. Cada vez estábamos más lejos. Cada vez yo le importaba menos. Eso parecía. Estuvimos así durante meses... pero ya se sabe lo que ocurre cuando es sólo uno de los dos quien intenta mantener a flote una amistad que ha naugrafado. Un día de marzo me cansé, le dije todo lo que pensaba. Lo mal que lo pasaba por el poco caso que me hacía. Lo mucho que me dolía ver que lo habíamos logrado volver a conseguir, después (mucho después) de nuestra breve historia de amor, se estaba perdiendo. "Tengo que ir a la cocina", contestó. Cómo le odié en ese momento!!!