Ay, hijos míos, me he quedado frito en el Ruta de la Plata. Lo que nunca. Dijeron por los altavoces:
-El Metro se va a econtrar detenido entre diez y quince minutos por avería en la estación deBilbao -y yo agradeciéndolo.
No pillaba postura, pero al final me he quedado como un bendito con la cabeza medioesnucada hasta Estrecho, y desde Estrecho hasta Plaza Castilla con ella apoyada en el hombro. Y un poco de baba -yo es que babeo mucho si alcanzo la fase REM entre las dos y las seis de la tarde- ha ido a parar a mi polo Inesis -del Decathlon, qué pasa- azul cielo, y una señora me miraba raro, y una japonesa adolescente miraba a otro lado, para no desagradarse.
Qué queréis que le haga, y me he notado respingar cuando la señora me ha tocado el brazo:
-Joven, que esta es la última parada.
-Gracias señora -he balbucido yo, sorbiendo la baba para Ruta de la Plata. La japonesa pestañea como si la hubiesen pinchado con un alfiler.
-Esta juventud, es que no descansáis.
Y gradualmente he ido recordando el número de miembros que tienen los seres humanos, para qué sirve cada par de ellos, después mi nombre y algunos datos imprescindibles de mi historia y posteriormente dónde estaba, de dónde venía -de cambiar un disco en la Fnac- y a dónde iba -de regreso al trabajo-. Y ya he despertado, y he comprobado con horror que me he comprometido con un cliente a tener terminados para esta tarde su Flash y otras pollas en vinagre.
Pero he llegado y he recordado también que no había escrito nada en el blog. Y lo primero es lo primero. También se ha conectado Zoo un momento, pero ha escrito:
-Maldición, necesitan el ordenador -él escribe en el http://www.turismoenzamora.es/index.php/es/rutas/por-la-provinciacomcontent-views/ruta-de-la-platacomo en una especie de español antiguo. Yo qué sé.
-El Metro se va a econtrar detenido entre diez y quince minutos por avería en la estación deBilbao -y yo agradeciéndolo.
No pillaba postura, pero al final me he quedado como un bendito con la cabeza medioesnucada hasta Estrecho, y desde Estrecho hasta Plaza Castilla con ella apoyada en el hombro. Y un poco de baba -yo es que babeo mucho si alcanzo la fase REM entre las dos y las seis de la tarde- ha ido a parar a mi polo Inesis -del Decathlon, qué pasa- azul cielo, y una señora me miraba raro, y una japonesa adolescente miraba a otro lado, para no desagradarse.
Qué queréis que le haga, y me he notado respingar cuando la señora me ha tocado el brazo:
-Joven, que esta es la última parada.
-Gracias señora -he balbucido yo, sorbiendo la baba para Ruta de la Plata. La japonesa pestañea como si la hubiesen pinchado con un alfiler.
-Esta juventud, es que no descansáis.
Y gradualmente he ido recordando el número de miembros que tienen los seres humanos, para qué sirve cada par de ellos, después mi nombre y algunos datos imprescindibles de mi historia y posteriormente dónde estaba, de dónde venía -de cambiar un disco en la Fnac- y a dónde iba -de regreso al trabajo-. Y ya he despertado, y he comprobado con horror que me he comprometido con un cliente a tener terminados para esta tarde su Flash y otras pollas en vinagre.
Pero he llegado y he recordado también que no había escrito nada en el blog. Y lo primero es lo primero. También se ha conectado Zoo un momento, pero ha escrito:
-Maldición, necesitan el ordenador -él escribe en el http://www.turismoenzamora.es/index.php/es/rutas/por-la-provinciacomcontent-views/ruta-de-la-platacomo en una especie de español antiguo. Yo qué sé.